La luz del sol, entra por esa ventana, y no me pide permiso.
No quiero admitirla en mi hogar.
Me dispongo a comer, los alimentos picados con parsimonia ,
tomo un poco de cada uno, para sentirlos a todos dentro de mi boca a la vez.
Una ducha, de cinco minutos exactamente ;perfecta.
Aprieto un poco mas la corbata y lustro aun mas mis zapatos.
Subo a mi auto gris, con mi maleta de ejecutivo,
y creo tener el control del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario